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HABLANTES TARDÍOS
Con este término nos referimos a niños y niñas que, a los 2 años, presentan un retraso en el vocabulario sin que sea causado por ningún tipo de déficit sensorial, neurológico o cognitivo. Las características de este tipo de niños, en el período referido 18-35 meses son:
- Un vocabulario expresivo menor a 50 palabras y
- Ausencia de combinaciones de dos palabras.
La primera sospecha de que algo no va bien suele venir de los padres, quienes se percatan que su pequeño no ha comenzado a hablar o tiene pocas palabras en comparación con lo que se espera para los niños de esa edad.
Otro momento de sospecha suele darse en los servicios de pediatría donde los médicos pueden advertir alguna disfunción referida al lenguaje.
Por ello:
Hay preocupación de los padres / profesionales.
Se observa una falta de progreso en el lenguaje o la educación.
Aparecen hablantes tardíos con pobre comprensión del lenguaje.
Se percibe un mal uso del gesto.
Hay antecedentes familiares que han sufrido dificultades del lenguaje.
A la edad de 1 y 2 años existen unos indicadores específicos que muestran mayor riesgo de la existencia de una alteración porque:
No hay balbuceo.
No responde al habla y / o sonidos.
Mínimo / ningún intento de comunicación.
Entre los 2 y 3 años observamos unos indicadores atípicos que son:
Interacción mínima.
Sin intención comunicativa.
No hay palabras.
Reacción mínima al lenguaje hablado.
Regresión / estancamiento del desarrollo del lenguaje.
Entre los 3 y 4 años observamos que el niño/a que presenta habla tardía:
Usa expresiones de dos palabras solamente.
No entiende instrucciones simples.
En gran parte, su lenguaje resulta ininteligible para los familiares cercanos.
El niño se siente frustrado por tener una capacidad de comunicación limitada.
Los niños y niñas con inicio tardío del habla son menos habladores y como consecuencia su repertorio fonológico (de sonidos) del habla es menor.
Muchos niños/as que poseen un inicio tardío del lenguaje alcanzan una relativa normalidad en un corto período de tiempo y suelen pasar desapercibidos. Sin embargo, en otros casos se sugiere una intervención logopédica precoz porque el inicio tardío del lenguaje suele ser un indicador de riesgo futuro de Trastorno Específico del lenguaje (T.E.L.).
El aula de educación infantil es un lugar importante para detectar estas dificultades en niños y niñas menores de 2 años. En caso de identificarlo, es necesaria una intervención logopédica temprana que no se centre sólo en el niño/a, sino también en el entorno más cercano, dando modelos de interacción y recursos que faciliten el adecuado desarrollo del lenguaje.
En resumen, podemos decir que es muy importante estar atentos cuando estamos frente a un niño con habla tardía.
Hablantes tardíos: Publicaciones
Subrayamos la importancia de una detección temprana, para una posterior intervención y seguimiento.
Hablantes tardíos: Texto
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