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Playing with Letters

COMENZAMOS   A   LEER

Los niños de una clase, al empezar a leer, no tienen por qué estar igualados en lo que a requisitos de la lectura se refiere, a no ser, claro está, que la escuela haya trabajado para que así lo sea y lo haya conseguido.
Existen diferencias individuales que pueden ser importantes. No todos los niños podrán ser medidos por el mismo rasero. Así pues, el nivel de complejidad del aprendizaje de la lectura deberá equipararse a cada niño con el nivel de complejidad coincidente con su nivel de requisitos.
Los fallos o errores más frecuentes consisten en quemar etapas; en dar por supuesta que se han logrado ciertos aprendizajes que son imprescindibles sin la consiguiente verificación. Sin comprobarlo, en el seno de un grupo escolar, no debería darse por hecho aprendizaje alguno en área alguna, pero especialmente en la lecto-escritura.
Recordemos, que se trata de unos procesos lectura y escritura, sumamente complejos, de niveles de integración progresivamente superiores. En estos procesos, cualquier aprendizaje no realizado correctamente puede conducir a la incapacidad lectora total o, más comúnmente, parcial.

Comenzamos a leer: Acerca de
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